martes, 6 de octubre de 2015

Cartas Marruecas

Como prometí, aquí viene la primera entrada literaria..
 Hoy os traigo "Cartas marruecas" de José Cadalso, uno de los grandes literatos españoles del siglo XVIII.

Cartas marruecas es una de las grandes obras de la literatura española del siglo XVIII. Su autor, José Cadalso, fue un militar  y escritor español del siglo XVIII. De infancia turbulenta, cursó sus estudios en el extranjero, lo que hizo que desarrollara un fuerte espíritu crítico, especialmente hacia la atrasada sociedad española. Este espíritu quedó plasmado en su obra, especialmente en Cartas Marruecas, y le costó un destierro  a Zaragoza, razón por la cual trató de limitar la crítica política y religiosa en la obra. Cadalso tomó parte del fenómeno de la ilustración en España, lo que influyó y quedó ampliamente reflejado en sus obras. No obstante, es destacable que algunas de sus creaciones, como Noches lúgubres, tienen un notable corte prerromántico.
La obra es un compendio de 90 cartas entre tres corresponsales distintos. Dos de ellos  son marroquíes Gazel, un joven que viaja por el país, y Ben-Beley, el maestro de Gazel al que este informa de sus observaciones, mientras que el tercero es un cristiano viejo, Nuño, que ayuda y asesora a Gazel. No tiene una clasificación literaria clara hasta la fecha, aunque debido a su interpretación tanto como novela o como ensayo, siendo el peso de este último mayor. La obra no fue autorizada para ser publicada hasta 1789, años más tarde de la muerte del autor, debido a su fuerte contenido de crítica hacia el modelo social y económico de España establecido durante el siglo XVIII.
Durante las cartas Cadalso trata de elaborar, de acuerdo a sus ideales ilustrados, una crítica a la nación española argumentando sus principales problemas y causas de su decadencia como potencia.
Uno de los pilares fundamentales de la crítica de la nación de Cadalso en la obra, es el análisis de la sociedad española. Durante el desarrollo de la obra, critica los principales males de la sociedad de su tiempo, siendo muy diversos los temas tratados. Cadalso critica la nobleza, argumentando que es una clase social inútil y acomodada en el lujo, que aspira a la nobleza de cuna en vez de por méritos propios. Además, argumenta que su excesiva opulencia y uso del lujo, promueve una sociedad que se centra en el ascenso social a cualquier precio, dejando de lado el estudio o la industria. Es notable también la crítica que elabora hacia el lujo, especialmente el extranjero, un elemento de la sociedad que según el “afemina a los pueblos” y “estanca el progreso de la sociedad” Otro de los puntos principales que trata en la obra, como la mayoría de los ilustrados son los matrimonios concertados. Tachándolos de una conducta completamente atrasada, argumenta que son uniones ridículas contrarias a los dictámenes de la  naturaleza, y que propicia el adulterio y los escándalos. El otro tema en el que presta una gran atención, es el patriotismo. Cadalso critica el patriotismo exacerbado, que produce una adoración absurda e impide visualizar los defectos del país. Defiende un patriotismo “reflexivo”, que permita la crítica y defensa de la nación. Para Cadalso este patriotismo está presente en “el hombre de bien”
Durante la obra, acorde con los ideales políticos de Cadalso, se reflejan numerosos ideales ilustrados, siendo los principales las causas del atraso científico español; achacada en gran parte a la presencia de la escolástica y la baja apreciación de las ciencias;  la defensa de la cultura moderna; como herramienta para propiciar el avance de la sociedad a nivel cultural, el concepto de hombre de bien y de ciudadano; definiendo el ideal de hombre patriota y culto, o el papel de la nobleza. No obstante, también se mencionan otros ideales tales como el pacifismo, las ideas sobre la mujer o diversas reformas que se proponen.
En lo referente a los personajes, Cadalso introduce notables novedades. Podemos encontrar tres corresponsales a lo largo de la obra, Gazel, Ben-Beley y Nuño. El uso de tres personajes en los ensayos es resultado de la originalidad de Cadalso, ya que los ensayos epistolares de la obra, incluidas las Cartas persianas (Obra en la que se inspira para escribir las cartas marruecas), acostumbraban a utilizar dos corresponsales, uno de cada país. Este recurso permite a Cadalso crear un marco de tres voces para el desarrollo del ensayo, lo que le confiere una gran visión de perspectivas. Durante la obra realiza un ejercicio de auto-proyección y presenta una crítica con tres perspectivas distintas, desde su juventud, representada por Gazel, su edad adulta, representada por Nuño, y su vejez, representada por Ben-Beley. La elección de Marruecos como país de procedencia del corresponsal extranjero, si bien puede parecer ocasional, obedece a ciertas razones. La obra se basa en el modelo de las Cartas chinescas , en las cuales un corresponsal europeo y un corresponsal de un país exótico  intercambian cartas sobre la cultura oriental. Ante la elección de un nuevo país exótico, Cadalso escoge Marruecos ya que si bien es un país exótico para los españoles, resulta más o menos cercano.
En lo referente a los aspectos formales y estilísticos, la obra presenta diversas características destacables. Cadalso utiliza el recurso del “falso recolector” presentándose, como Cervantes realiza a su vez en El Quijote, como un simple editor de las cartas, lo que permite un distanciamiento de la obra y un mayor efecto de las distintas perspectivas. Las cartas son presentadas sin ningún orden aparente, lo que potencia el efecto de distanciamiento y facilita una lectura amena y agradable. Además, Cadalso exhibe sus habilidades  de persuasión de una manera sublime, con un refinado uso de la ironía, buenos ejemplos, razonamientos sencillos pero potentes y una adecuación del lenguaje empleado al personaje utilizando, transmitiendo de manera perfecta la naturaleza del personaje a través del lenguaje desde la sobriedad de Nuño a la ornamentación y gran uso de metáforas de Ben-Beley.
Opinión personal 
Personalmente, no me ha gustado demasiado la obra. Si bien transmite una idea muy clara de la sociedad española y la decadencia de España como potencia, tratando los problemas principales del país, no me ha resultado una lectura demasiado amena. Esto es debido a las largas cartas presentes que, debido a sus largas argumentaciones, ejemplos y lenguaje, pueden llegar a hacerse un poco pesadas.Además, el hecho de que las cartas carezcan de ningún orden me desorientó bastante ya que, al  tratar los temas de una forma "aleatoria" , no permite explorar o leer de seguido prácticamente ninguna crítica.No obstante, supongo que no he sabido apreciarla como es debido ya que, por lo general, tiene una gran consideración literaria

Kvothe

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