Hoy os traigo "Cartas marruecas" de José Cadalso, uno de los grandes literatos españoles del siglo XVIII.
Cartas
marruecas es una de las grandes obras de la literatura española del siglo
XVIII. Su autor, José Cadalso, fue un militar
y escritor español del siglo XVIII. De infancia turbulenta, cursó sus
estudios en el extranjero, lo que hizo que desarrollara un fuerte espíritu
crítico, especialmente hacia la atrasada sociedad española. Este espíritu quedó
plasmado en su obra, especialmente en Cartas
Marruecas, y le costó un destierro a
Zaragoza, razón por la cual trató de limitar la crítica política y religiosa en
la obra. Cadalso tomó parte del fenómeno de la ilustración en España, lo que
influyó y quedó ampliamente reflejado en sus obras. No obstante, es destacable
que algunas de sus creaciones, como Noches
lúgubres, tienen un notable corte prerromántico.
La obra es
un compendio de 90 cartas entre tres corresponsales distintos. Dos de ellos son marroquíes Gazel, un joven que viaja por
el país, y Ben-Beley, el maestro de Gazel al que este informa de sus
observaciones, mientras que el tercero es un cristiano viejo, Nuño, que ayuda y
asesora a Gazel. No tiene una clasificación literaria clara hasta la fecha, aunque
debido a su interpretación tanto como novela o como ensayo, siendo el peso de
este último mayor. La obra no fue autorizada para ser publicada hasta 1789,
años más tarde de la muerte del autor, debido a su fuerte contenido de crítica
hacia el modelo social y económico de España establecido durante el siglo
XVIII.
Durante las
cartas Cadalso trata de elaborar, de acuerdo a sus ideales ilustrados, una
crítica a la nación española argumentando sus principales problemas y causas de
su decadencia como potencia.
Uno de los
pilares fundamentales de la crítica de la nación de Cadalso en la obra, es el
análisis de la sociedad española. Durante el desarrollo de la obra, critica los
principales males de la sociedad de su tiempo, siendo muy diversos los temas
tratados. Cadalso critica la nobleza, argumentando que es una clase social
inútil y acomodada en el lujo, que aspira a la nobleza de cuna en vez de por
méritos propios. Además, argumenta que su excesiva opulencia y uso del lujo,
promueve una sociedad que se centra en el ascenso social a cualquier precio,
dejando de lado el estudio o la industria. Es notable también la crítica que
elabora hacia el lujo, especialmente el extranjero, un elemento de la sociedad
que según el “afemina a los pueblos”
y “estanca el progreso de la sociedad”
Otro de los puntos principales que trata en la obra, como la mayoría de los
ilustrados son los matrimonios concertados. Tachándolos de una conducta
completamente atrasada, argumenta que son uniones ridículas contrarias a los
dictámenes de la naturaleza, y que
propicia el adulterio y los escándalos. El otro tema en el que presta una gran
atención, es el patriotismo. Cadalso critica el patriotismo exacerbado, que produce
una adoración absurda e impide visualizar los defectos del país. Defiende un
patriotismo “reflexivo”, que permita la crítica y defensa de la nación. Para
Cadalso este patriotismo está presente en “el hombre de bien”
Durante la
obra, acorde con los ideales políticos de Cadalso, se reflejan numerosos
ideales ilustrados, siendo los principales las causas del atraso científico
español; achacada en gran parte a la presencia de la escolástica y la baja
apreciación de las ciencias; la defensa
de la cultura moderna; como herramienta para propiciar el avance de la sociedad
a nivel cultural, el concepto de hombre de bien y de ciudadano; definiendo el
ideal de hombre patriota y culto, o el papel de la nobleza. No obstante,
también se mencionan otros ideales tales como el pacifismo, las ideas sobre la
mujer o diversas reformas que se proponen.
En lo referente
a los personajes, Cadalso introduce notables novedades. Podemos encontrar tres
corresponsales a lo largo de la obra, Gazel, Ben-Beley y Nuño. El uso de tres
personajes en los ensayos es resultado de la originalidad de Cadalso, ya que
los ensayos epistolares de la obra, incluidas las Cartas persianas (Obra en la que se inspira para escribir las
cartas marruecas), acostumbraban a utilizar dos corresponsales, uno de cada
país. Este recurso permite a Cadalso crear un marco de tres voces para el
desarrollo del ensayo, lo que le confiere una gran visión de perspectivas.
Durante la obra realiza un ejercicio de auto-proyección y presenta una crítica
con tres perspectivas distintas, desde su juventud, representada por Gazel, su edad
adulta, representada por Nuño, y su vejez, representada por Ben-Beley. La
elección de Marruecos como país de procedencia del corresponsal extranjero, si
bien puede parecer ocasional, obedece a ciertas razones. La obra se basa en el
modelo de las Cartas chinescas , en
las cuales un corresponsal europeo y un corresponsal de un país exótico intercambian cartas sobre la cultura oriental.
Ante la elección de un nuevo país exótico, Cadalso escoge Marruecos ya que si bien es un país exótico para los españoles, resulta más o menos cercano.
En lo
referente a los aspectos formales y estilísticos, la obra presenta diversas
características destacables. Cadalso utiliza el recurso del “falso recolector”
presentándose, como Cervantes realiza a su vez en El Quijote, como un simple editor de las cartas, lo que permite un
distanciamiento de la obra y un mayor efecto de las distintas perspectivas. Las
cartas son presentadas sin ningún orden aparente, lo que potencia el efecto de
distanciamiento y facilita una lectura amena y agradable. Además, Cadalso
exhibe sus habilidades de persuasión de
una manera sublime, con un refinado uso de la ironía, buenos ejemplos,
razonamientos sencillos pero potentes y una adecuación del lenguaje empleado al
personaje utilizando, transmitiendo de manera perfecta la naturaleza del
personaje a través del lenguaje desde la sobriedad de Nuño a la ornamentación y
gran uso de metáforas de Ben-Beley.
Opinión personal
Personalmente, no me ha gustado demasiado la obra. Si bien transmite una idea muy clara de la sociedad española y la decadencia de España como potencia, tratando los problemas principales del país, no me ha resultado una lectura demasiado amena. Esto es debido a las largas cartas presentes que, debido a sus largas argumentaciones, ejemplos y lenguaje, pueden llegar a hacerse un poco pesadas.Además, el hecho de que las cartas carezcan de ningún orden me desorientó bastante ya que, al tratar los temas de una forma "aleatoria" , no permite explorar o leer de seguido prácticamente ninguna crítica.No obstante, supongo que no he sabido apreciarla como es debido ya que, por lo general, tiene una gran consideración literaria
Kvothe
Kvothe
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